martes, 16 de diciembre de 2014

Se fue durmiendo

Me desperté de golpe, enseguida apareció el dolor en el costado, en el lado izquierdo. Traté de agarrar el vaso de agua pero el dolor me impedía moverme. El tocadiscos se encendió como de costumbre, como embrujado por el viento de la tía Juli, quien me regaló el instrumento. Alfredo Zitarrosa llenó la habitación con su voz socarrona y su dignidad al recitar.
Todo empezó a apagarse, los colores se fueron destiñendo, lavando, como la calle desde un vidrio empañado. Y la música fue quedando arriba mientras caía en el vórtice de un tornado de papeles de colores. Caí durante mucho tiempo, cada vez más rápido, y no hubo más sonido, ni risas, ni llantos. Se apagó la luz de mi cuarto y toda luz de algún recuerdo vivido o imaginado.
Y así nada quedó, todo no fue.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Un mensaje para quinientos hijos

Comprendí que eran parecidos a mi aunque no nos hayamos visto nunca, y eso me entristeció, desde el primer momento. Siempre he pensado en ustedes y cada uno que se fue acercando me dio la posibilidad de conocerlo y poder seguirlo en secreto. La posibilidad de conocer aunque sea un poco de sus vidas. Cuando los miraba, desde el auto con vidrios polarizados, me largaba a llorar por no poder abrazarlos. Fueron muy fuertes, y yo, siempre fui y seré muy débil, la fortaleza entonces, no la sacaron de su padre. Me gustaría contarles todo lo que he aprendido en esta vida, todas las cosas que hay para considerar y las precauciones que hay que tener, pero sería en vano, se trata de mis experiencias, mis miedos, que nada tienen que ver con los suyos. Ya estoy viejo, y la época de mi juventud, va quedando en el olvido. ¿De qué valen entonces mis advertencias de falso puritano?, sólo espero que la vida florezca en sus días, que tengan miles de atardeceres más, que puedan llegar a ser felices, aunque sea un rato y que siempre pero siempre vayan para adelante, con la frente bien en alto, que nadie es más. Tengan en cuenta que los sueños son un mundo nuevo que hay que explorar. El sexo seguro es la mejor adicción. El vino tinto, con asado, con papas, con fideos y queso rallado. Respeten a todos pero háganse respetar, por la palabra, no por la fuerza. Sepan escapar de los malos corazones. Busquen amigos que jueguen a la par. Anímense a intentar volar. A sus madres no las conozco, o no las conocí. Pero no crean que me hacía la paja por placer o por dinero. Sus madres son mi Ana, la que perdí, la que no puedo olvidar. Me imagino que los ojos de sus madres son los de Ana, que su sonrisa los acunó y que sus besos y abrazos dieron fuerza y valor. No es fácil esta vida, no es divertido ser así. Sin embargo aquí estoy, casi por última vez, me estoy yendo. Encuéntrenme en mis versos, que son pocos y malos pero que hablan de ustedes y de todo lo que ame. Valoren lo que tienen y siempre, siempre, siempre, fumen chala en el mar.
Los quiere mucho, su Papá.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Esas locas ondas electromagnéticas,

de como un hijo no reconocido de Jazz desarrolló una tecnología que mediante unos anteojos permitía ver las ondas electromagnéticas. Y ya nada fue igual, la abrumadora cantidad de ondas y rayos que nos atraviesan hace un siglo y medio quedaron a la vista. Las montañas verdes atropelladas por ondas multicolores. Las ciudades embrujadas en un enjambre infernal de ondas de radio. Luego el hijo de Jazz fue mas allá y logró dotar de color rojo las ondas cancerígenas. Lo único que había que hacer era ponerse los anteojos y esquivar los rayos rojos, el problema es que están por doquier. Por lo menos ahora sabemos porque nos morimos, y todo gracias a Caín, uno de los quinientos hijos que tuvo Jazz.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Morir junto al mar

Jazz desayuna mirando el mar, Javiera, su joven amante duerme. La lluvia golpea las ventanas de la casita del acantilado. A lo lejos un gran barco suena su sirena. El mar, inmenso, inconmensurable. Nos damos cuenta de que somos en el universo como un grano de arena en la playa, dice el cartel en la puerta de la casa. Jazz a sus setenta está feliz y calmado. Cuando para la lluvia sale a caminar por la playa, su perro lo acompaña. El aire fresco del pacífico le hace brotar millones de imágenes de su vida mientras cae desmayado en la arena. El perro preocupado comienza a ladrar. Javiera se ducha en el baño y no escucha nada. Pasa un largo rato, las aves sobrevuelan el cuerpo de Jazz. Al subir la marea el agua comienza a mojarle la cara, se mueve, abre los ojos. Un aviso piensa, el fin está llegando. Javiera se acerca corriendo y lo ayuda a levantarse, lentamente caminan hacia la casa, el perro los acompaña.

sábado, 15 de noviembre de 2014

De tal palo tal astilla

En uno de sus últimos viajes, Jazz observaba el bosque desde un colectivo que transitaba la Ruta 40. Pensaba que la naturaleza tenía las respuestas acerca de la razón de la existencia. Teníamos frente a nuestros ojos infinitos ejemplos de ciclos de vida pero la ignorancia humana desdeñaba las existencias de otras especies, como si fuera la única que tuviera conciencia. Jazz se preguntaba que razón tenía la vida si luego venía inexorablemente la muerte. Buscaba una manera de escapar de aquella pregunta sin aparente salida. Observó una montaña con un millón de árboles. Notó que todos eran muy parecidos aunque podía notar diferencias entre las especies y también dentro de cada especie. Sin embargo eran todos y todas árboles. Pensó lo mismo para los seres humanos, y entendió que una forma de que permanezca nuestra conciencia es si tenemos descendencia. Cada cual debería asegurarse de que al menos uno de sus hijos tenga hijos. Nuestros genes perdurarían, y más allá de la diferencias culturales, todos los hijos serán parte de mi, como yo lo soy de mi padre y mi abuelo. Jazz recordó cuando su padre le decía que era muy parecido a su abuelo, que tenía los mismos gestos y el mismo carácter pese a que Jazz no lo había conocido.
No todos logran perpetuar sus genes, si estamos leyendo esto es porque vamos bien, mientras estemos vivos estaremos a tiempo. Aunque no tengamos pareja, aunque seamos impotentes o frígidas. Cualquiera de nosotros podría hacer renacer nuestra especie en otro planeta con las condiciones necesarias. Porque todos somos uno, da lo mismo cualquiera de nosotros. Todos venimos de uno como todos los árboles y todas las flores, como todo el universo viene de un mismo comienzo.
¿Y qué queda entonces para quienes no desean tener hijos? o son estériles o pobres, se preguntó Jazz. Y mientras miraba la foto de su nieto recién nacido, que por cierto tenía la mirada de su padre, pensó, allá ellos.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La sangre tira

Varias versiones de Jazz esperan a su nieto en la sala de espera del hospital. La madrugada de invierno ayuda a disimular la singular escena, incluso los que pasan no notan nada raro. Pero hay algo raro en el hecho de que seis versiones de Jazz estén al mismo tiempo esperando a su nieto. Al primer nieto que Jazz se permite conocer, la sangre tira piensan.
Jazz el pequeño, de apenas dos años, se chupa el dedo mientras mira la lucecita del cartel de emergencia que se prende y apaga. Jazz el de ocho, sufre en silencio, en un rincón, con la cara escondida entre las piernas. Jazz, el de catorce, mira desafiante a los enfermeros que pasan mientras se arregla su pelo encoloniado y su remera surfer amarilla y rosa. Jazz, el de veinte, es el que está mas feliz, vive el momento que siempre soñó, aunque en realidad para él es toda una ilusión, no es el hijo de su mujer Ana, sino de su hija Ana. Jazz, el de treinta, está dado vuelta mirándole el culo a las enfermeras. Por último, el actual Jazz, espera emocionado la llegada al mundo de su nieto. Se escucha el llanto desde la sala de parto, todos los Jazz comienzan a llorar, sale el padre de su nieto y se abrazan. Pasa una enfermera chilena, los abraza y le dice al Jazz actual, felicitaciones, tu ya tienes nieto.

El big bang, la mosca aplastada y el fantasma detrás de la cortina del baño

Cuando imaginás que hay un fantasma detrás de la cortina del baño, podés estar seguro que el monstruo está detrás de la cortina, cuando mirás desaparece. Si te parece imposible que eso suceda te aviso que estás en problemas, la teoría del big bang se basa en el mismo supuesto, que de la nada surgió algo y lo que existió después puede desaparecer en cualquier momento en un agujero negro. Podemos desaparecer en cualquier instante, de hecho vamos a desaparecer y nuestra mirada impávida se parecerá en parte a lo que siente una mosca en el instante anterior a que la aplastemos en la ventana.

sábado, 8 de noviembre de 2014

El futuro llegó hace rato

Jazz habla por teléfono visual con el Zurdo, por primera vez después de tres años.
Zurdo: ¿Y vos cómo andás?
Jazz: Joya, con algunos achaques nomás, me volvió el dolor de espalda, necesito tus masajes, ¡jajaja!
Zurdo: Dejate de joder viejo choto. ¡¡Somos dos viejos chotos jaja!
Ana: Hola, ¡ey! ¡Zurdo! ¿cómo andás?
Zurdo: ¡¡Nena!!
Jazz: Hija, que bueno verte.
Ana: Quería invitarte para el baby shower, este viernes a las cinco. Vos Zurdo estás invitado también claro.
Zurdo: No nena, estoy en las Malvinas.
Jazz: ¿En las Malvinas?
Ana: ¡¡Que copado!!
Zurdo: Enganché una misión científica que necesitaba un cocinero.
Jazz: Vos andás buscando marineritos, ¡jaja!
Zurdo: Dejate de joder viejo choto. No nena, no puedo sino encantado.
Ana. ¿Vos venís pa?
Jazz: Claro hija, allí estaré, ¿qué hay que llevar?
Zurdo: Y, un regalo, ¿qué vas a llevar?
Jazz: Callate viejas locas.
Ana: Que bueno verlos juntos, bueno me tengo que ir, los quiero, besos pa, te espero el viernes, no te olvides.
Jazz: Dale, beso.

lunes, 3 de noviembre de 2014

En su fábrica de lluvias, Jazz habla por el altoparlante

¿Qué quedará de mi cuando me muera? El mundo seguirá girando, el sol y la luna también. Para muchas personas mi muerte será solo la noticia del día, y habrá una inmensa mayoría que nunca se enterará de mi existencia. La vida es así, ¿de qué me asombro?, basta mirar a las hormigas para entender que la individualidad no alcanza para mantener una especie. Sin embargo me da un poco de nostalgia que se termine todo. ¡Qué ganas de volver a mis años mozos! Y hacer todo lo que no hice, por miedo, inseguridad o vergüenza. Como disfrutaría hoy bañarme en el lago y caminar de la mano por un bosque en otoño. ¡Cuantos lugares no he visitado! ¡cuantas comidas no he probado! ¿Se puede decir que he vivido?, ¿o solo los que quedan en la memoria colectiva tienen ese privilegio? No somos nada y a nadie le interesamos tanto.
Sin embargo aun respiro, y siento el viento tibio y dulce en mi cara. Puedo apreciar un buen vino y conquistar a una joven dama o a un joven caballero. Les puedo robar algo de su juventud mientras nos damos un beso. ¡Viejo verde! me dicen las viejas del barrio, pero eso nada me importa, ocúpense mejor de sus solitarios corazones rotos, que yo he de ocuparme del mío.
La voz de Jazz resuena en el hangar vacío, afuera, una larga fila de ciudadanos del futuro, esperan que se abran las puertas de la fábrica de lluvias. Y las puertas se abren, la gente corre para ganar un lugar. Desde el altoparlante Jazz va guiando a la gente.
Jazz: Por acá primero, tengan la plata en la mano por favor, para ganar tiempo. Hoy las lluvias están intensas, tenemos muy buena presión, vamos vamos tengan paciencia, ¡con la plata en la mano por favor!

sábado, 1 de noviembre de 2014

Relaciones paradigmáticas

Jazz se enamora de Ana, que era hermana de un amigo de la facultad. Ana amaba la música y Jazz era un hábil guitarrista de jazz. Juntos comieron por primera vez en La Boca, un lugar que los dos anhelaban conocer. Sus padres eran de Boca y sus madres de river. El cuerpo de Ana lo encontraron en las orillas del río Reconquista. Tenía en su mano una prendedor que Jazz le había regalado porque tenía una aguamarina. Siempre discutían sobre los mares de agua dulce, sobre los obeliscos de chocolate y las cataratas de miel. Las abejas se arremolinaron en su cuerpo, pero no la tocaron. Jazz tampoco se animó a tocarla, al principio. Sus labios parecían distantes y fríos. Los días de lluvia Jazz va a La Boca, y se come un choripán frente a un artista callejero. Es un sintagma sin verbo, un cristal sintagmatizado, un portal hacia la nada. Todo al descubierto, la simpleza del mundo y el laberinto del cerebelo. Un viento tibio y dulce que sin embargo, llena a Jazz de una infinita tristeza. Menos mal que están las chicas, piensa, que Ana será mamá, y yo abuelo.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Jazz voyeur

Yo miro, tu miras, el mira.
Nosotros miramos.
Ver para creer.
Maratón de miradas procaces.
Ojos cerrados que quieren mirar,
pero no pueden evitar cerrar los ojos,
de placer.
Mirá el pajarito, mirá las estrellas,
Mir va por ellas, Mir vaporuk.
Quien no tein colirio,
usa óculos oscuros,
sino la policía, se lo va a llevar.
Ojos rojos libidinosos,
miran por el ojo de la cerradura.
Miran la gente volar.
Miro como miro en el espejo.
En el fondo y en la superficie amo mirar.
Mirar es crear,
mirar es amar.

sábado, 18 de octubre de 2014

El Zurdo le dice al barman,

dos shots de tequila y dos cervezas.
Jazz: No sabés lo que fue anoche, de no creer, estas pendejas me vuelven loco. Cuando volví a casa, se escuchaba la música en toda la cuadra. Me acerqué y miré por la ventana del comedor. Ana y Lonie bailaban arriba de los sillones, hasta ahí todo bien.
Zurdo: Si.
Jazz: En eso Lonie le hace una seña a Ana para que se acerque, miro y tenían 4 rayas armadas arriba de la mesa ratona de vidrio, Ana se toma dos y después se las toma Lonie. Me quedé duro, mientras trataba de esconderme en la ligustrina viste.
Zurdo: No te lo puedo creer.
Jazz: Disimuladamente me fui escapando de ahí y me volví al bar. Dejé que fluya, ¿qué le iba a decir?
Zurdo: Gracias padre, (le dice al barman) ¿en serio me decís?
Jazz: Me colgué hablando de futbol con el Cholo y en eso, me suena el celu, Ana, desde la policía. La habían metido en cana por ruidos molestos y resistencia a la autoridad, por suerte ya se habían tomado todo lo que tenían, ¿podés creer?
Zurdo: Dejate de joder, les tenés que decir algo, hablá con ellas, son tus hijas.
Jazz: Pero que les puedo decir, si cagadas como esa me mandé un montón, cuando tenía la edad de ellas fui con mis amigos preso por andar en una mini combi adentro de una plaza. Nos escapamos, pero nos agarraron. Mi viejo me vino a buscar, me acuerdo que con la mejor.
Zurdo: Un grosso tu viejo.
Jazz: Si. Otra vez nos agarraron fumando un porro y mientras nos llevaban a la camioneta de la cana pude escaparme arguyendo que faltaban unas chicas y que las iba a buscar. Otra, a la edad de las chicas, por pelearme en el boliche con un colimba, por si se abría o cerraba una ventana. En esa no le avisé al viejo, aproveché que dormía en lo de un amigo y pasé la noche en cana, con un borracho meado, durmiendo los dos en un frío piso de cemento.
Zurdo: Esa no me la habías contado.
Jazz: ¿Qué le digo a estas pibas?
Zurdo: ¡Salud!
Jazz: Salud amigo.
Zurdo: Deciles que vengan a hablar conmigo.

sábado, 11 de octubre de 2014

Una colección de corazones rotos

Ojos celestes vanidosos hermosos,
risas silentes en el escenario.
Ojos llorosos que imploran,
recordamos mientras fumamos.
Epidemia mortal de corazones rotos.
Por las calles gana el rematador.
Carilindos resuenan desde los afiches.
Los desconocidos vuelven a desaparecer.
Este instante,
soy bendecido,
este instante no es de papel.
Es un soplo de maricordios y soldados de tul.
Vuelen ya los pederastas,
un nuevo comienzo esta por venir.
Viene cabalgando en fuego el martirio.
Nadie seguirá llorando,
nunca volarán sin láser,
el fuego estará siempre allí.
Y tu, amada esposa,
¿qué esperas ya de mi?
No soy mas que una sombra de aquel amante infiel,
sin embargo, aún me esperas y me besas otra vez.
Maricordios y estrefugas para vos,
mi papel.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Los veinte libros de Jazz

Un mundo feliz, El juguete rabioso, La divina comedia, Ulises, Rayuela, Una temporada en el infierno, Los cantos de Maldoror, Abbaddon el exterminador, El retrato de Dorian Gray, La metamorfosis, A sangre fría, Las flores del mal, Demian, El gato y el ratón, El almuerzo desnudo, En el camino, Farenheit 451, La máquina de coger, Las enseñanzas de Don Juan y La condesa sangrienta.

viernes, 3 de octubre de 2014

Tele era la de antes

A la hora de la siesta, Jazz toma mate con Ana en el patio de la fábrica de lluvias, sin saber como, terminaron hablando de sus series de televisión favoritas.
Jazz: Recuerdo que cuando era chico tenía un vecino que tenía una tele a color, en realidad era un vidrio azulado que ponían frente a la tele blanco y negro y nos brindaba la ilusión del color. Le pedía a mi madre que me dejara ir a ver la tele a color a lo del vecino. Por la noches veía Sombras tenebrosas, una serie de terror que me daba mucho miedo, el personaje principal era Barnabas Collins.
Ana: Hace poco Tim Burton hizo una remake, pero no me gustó mucho.
Jazz: ¿Tim qué?
Ana: Burton, Tim Burton.
Jazz: Ni idea, recuerdo el mundial setenta y ocho y la guerra de Malvinas, en esa época nos creíamos todo lo que aparecía en la tele.
Ana: Ilusos.
Jazz: Sí, ... había una heladería que pasaba películas cuando empezó a aparecer el video, me acuerdo que iba en invierno, cuando no había nadie, y la empleada, una señora mayor, fea y libinidosa me pasaba películas eróticas españolas. Parecía disfrutar mi cara cuando aparecía una escena subida de tono. Tele era la de antes, ahora solo miro porno y programas de subastas.

martes, 30 de septiembre de 2014

¿Qué hacer? ¿qué hago?

Desperdiciando entrada por menudencias patéticas de una vida singular, como todas. ¿Voy o vengo? ¿Dónde estoy? Comiendo ensalada en el hall central. ¿Rúcula o radicheta? dijo la cheta de tu mamá.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Frases célebres

El perfume de las flores es el rastro del alma en su viaje diario hacia dios.
Hombre absoluto, dios relativo.
El niño no sabe cual es su árbol.
¡¡Pimienta!! ¿querés apurar los mocos?
El artista es un ser tocado por dios ¿cómo te va?!.. tocado por dios.
Fascina el horror.
El cuadro no tiene fin, hay que saber cuando dar por terminado un cuadro.
Cien palos por mi culo.
Hoy es una gran día, comienzo a iluminar las estrellas convirtiéndome en espejo.
Comete la tuca que después nos fumamos el zorete.

martes, 23 de septiembre de 2014

Días salvajes

Jazz se encuentra convaleciente desde hace un par de días. Una gripe furiosa no lo deja levantarse de la cama. Lonie y Ana se turnan para atenderlo en todo lo que necesite. La fiebre no baja, llamaron al médico quien indicó reposo. Por la noche Jazz no puede dormir pero no le dice nada a las chicas para no molestarlas. Divaga en pensamientos inútiles.
Jazz: ¿Qué he hecho para merecer esto? ¡bah! se lo que hecho en verdad. Si bien he tratado de ser una buena persona en algún lado me he extraviado, recuerdo aquel niño, hijo de la empleada que había en casa de mis padres, yo tendría doce años y el niño tres o cuatro. Me molestaba su presencia, vaya a saber por que. El pibe vivía con hambre y yo disfrutaba haciéndole desear el pan con manteca y dulce que solía desayunar. Pobre niño, a merced de un imberbe, estúpido y aburrido adolescente, que llegó a pellizcarlo para sacarse su modorra de onanista. Pobre niño, años después me encontré a su madre quien entre lágrimas me contó que su hijo había sido abusado por su profesor de danza. ¿En cuánto colaboré yo para que se propiciara ese abuso? Debo haber afectado mucho la autoestima de ese niño. Jazz se sienta en la cama y mira por la ventana la tormenta.
Jazz: Que malo he sido, también recuerdo lo que hice aquella noche con Juanito el borrachín del pueblo. Manejaba con mucha inconsciencia, no entiendo como nunca tuve un accidente. Tendría dieciséis años y tomaba mucho cuando salía de noche. Dábamos vueltas y vueltas por el desolado pueblo. En una esquina nos encontramos a Juanito arrodillado en el medio de la calle, con un pedo tal que no se podía levantar, ni siquiera moverse, temblaba bajo la lluvia. Recuerdo las risas de mis amigos, seguí adelante pero en la siguiente esquina di la vuelta en u y aceleré a toda velocidad. Las sonrisas de mis amigos se transformaron en miedo, yo me sentía lleno de una hoy apestosa adrenalina, y con ganas de probar no se que a no se quien. Aceleré cada vez más, Juanito seguía allí, arrodillado, las luces de la camioneta lo encandilaban cada vez más, levantó su mano para taparse los ojos mientras yo le pasaba tan cerca que creí que lo había tocado, miré por el espejo retrovisor y ahí seguía Juanito arrodillado. Mis amigos suspiraron a carcajadas y yo inmediatamente me sentí el ser humano mas tonto y despreciable del mundo. ¿Qué culpa tenía Juanito?

sábado, 20 de septiembre de 2014

Banda de rock

Jazz escribe en su blog a las cinco de la mañana, Ana y Lonie me llevaron a un recital de rock, tocaban sus amigos de la facultad. El ambiente no ha cambiado tanto. Me siento cómodo en la penumbra de la sala, escuchando rock y masticando deseos. Me imaginé arriba del escenario, como en los ochenta, cuando tocaba el bajo en La Carroña Puelche. La música, si uno tuviera mas tiempo, me dedicaría años a la música, abandonando todo. El tiempo no abunda, crear música es trascender de la mejor manera, con ritmo y con groove.

viernes, 19 de septiembre de 2014

lo que quiere la Chola, lo que quiere es que la besen, lo que quiere la Chola, lo que quiere es que la besen, que quiere, que quiere, que quiere que la besen, que quiere, que quiere, que quiere que la besen.

¿Y la Chola?

El Zurdo maneja de regreso a su casa. La Chola lo iba a estar esperando, siempre, cuando cruza la puerta, ella va a su encuentro. Con la burda excusa de un beso pero con la oscura intención de encontrarle olores de otras mujeres. ¿Qué cara pondrá esta noche?, se pregunta el Zurdo, cuando en lugar de jazmines y rosas huela semen y tabaco.

Grenouille un poroto al lado de la Chola

lunes, 15 de septiembre de 2014

Viaje al nuevo mundo

Ana, Jazz y Lonie viajan en auto a la playa. Chicas, dijo Jazz, tengo que decirles algo, soy gay... No me miren así, estoy empezando una relación con el Zurdo.
Ana: ¿Con el Zurdo?
Lonie: Pensé que te gustaban las mujeres.
Jazz: Es verdad, me gustaban, tuve mucha suerte con las mujeres, pero ya no me motiva lo mismo que antes, ahora cuando se me cruza un tipo que me gusta, no puedo dejar de imaginar que le chupo la pija.
Ana: No seas desubicado.
Jazz: Chicas, ustedes son las únicas a las que le cuente esto, y eso es porque las aprecio y quiero que sepan todo de mi, porque soy su padre.
Después de unos segundos de silencio Ana y Lonie comenzaron a reír a carcajadas.

martes, 9 de septiembre de 2014

No puedo dejar de sufrir por la farmacia cerebral

La unidad mínima de conciencia conocida es la célula, decide que receptores se abrirán a los pentapéptidos, luego se vuelve adicta a ciertas emociones y como resultado de ese proceso celular nos quedamos enredados en nuestras obsesiones. No puedo dejar de estar preocupado por algo, no dejo de pensar en el tema hasta que se resuelve o explota mi cabeza, generándome una gran angustia e impotencia, en todos los sentidos de la palabra. Jazz le cuenta esto al Zurdo mientras toman whisky, desnudos en la cama.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Lonie y Ana

Ana elegía verduras en el supermercado, morrones verdes, amarillos, colorados, cuando una joven de su misma edad se paró frente a ella mirándola a los ojos, y le dijo, hola soy tu hermana, que suerte tenés de poder estar con papá, a mi ni me atiende el teléfono, ¿vos cómo hiciste? Esa noche, cuando Jazz volvió del bar, las encontró a las dos comiendo en la cocina.

martes, 2 de septiembre de 2014

Frases para conciliar el sueño

Un poco mas al sur que en el anterior post, Jazz y el Zurdo charlan animadamente.
Jazz: Siempre que me voy a dormir me cuelgo con algunas ideas que me permiten conciliar el sueño. Zurdo: ¿Para conciliar el sueño? Yo me acuesto y quedo planchado.
Jazz: Yo no puedo dormir sino me imagino en estas situaciones. Al principio pensaba, que bueno sería jugar al basquet con el ex presidente menem con minúscula, y ganarle claro. Me acuerdo el partido con el gigante Gonzalez, donde nadie lo marcaba, y el tipo, se mando tres dobles. Después me colgué con lo del Dorado y todas las noches para dormirme me imaginaba remontando ese río, que me llevaba al Dorado. A veces encontraba un avión estrellado con dólares y cocaína, otras una veta de oro o piedras preciosas, a veces después de beber de la fuente dorada podía volar y volvía al pueblo volando de noche entre las nubes. Ese pensamiento me acompañó años y era infalible, me imaginaba el río y al instante estaba roncando. Cuando me cansé de eso, me enrosqué con unos chetos a quienes había pagado con su misma moneda, una especie de versión de El juguete rabioso de Arlt, ¿viste?
Zurdo: ¿Eh?
Jazz: Me imaginaba sus caras, me resultaba muy relajante, lo dejé porque pensé que en el algún punto les estaba haciendo un daño y no quería eso, no se lo merecían, no se merecían ni siquiera eso. Ahora estoy en otra, apenas me acuesto, después de rezar, me doy vuelta en la cama y mientras aprieto mi almohada favorita pienso y me digo a mi mismo, que ganas de culiarme un hermoso culo gordo. Zurdo: El boludo te dicen a vos.

domingo, 31 de agosto de 2014

Meo culpa

Jazz charla con el Zurdo en la concha de tu madre.
Jazz: Si es transparente estoy diez puntos. Cuando era chico tuve hepatitis, en cama 40 días y cuarenta noches. Mi viejo me traía autitos, cuando volvía de la juguetería. El hígado me quedó mal. Zurdo: A mi ni te cuento.
Jazz: Cuando voy al baño por la mañana, me doy cuenta de como estoy, de como me pegó lo de la noche anterior. El viernes hicimos asado con los muchachos, comimos y tomamos a discreción. Estuvo realmente bueno, había un par a los que no veía hace años, cómo te va llevando la vida para cualquier lado, ¿no? Al otro día, cuando me levanté, me eché un meo, y salió color caramelo oscuro, caramelo líquido, ¿viste cuando hacés caramelo? que calentás el azúcar y te queda como un licor hirviente, miro eso y digo ¡chau! ataque al hígado, tres días mal.
Zurdo: ¡¡Ah!! por eso era lo de mea culpa, si tu jermu te veía el pis oscuro sabía cuanto te habías tomado, que no le habías contado, nunca se cuenta, nunca, se pierde la gracia, ¿no? De engañar a la bruja visste.

martes, 19 de agosto de 2014

Ana, te quiero Ana

Ana ordena ropa en su nuevo cuarto, con la aprobación de sus madres decidió irse a vivir con Jazz. Las cosas con él van bien y está entusiasmada. En su escritorio rosado puso dos portarretratos, la foto con sus mamás y la selfie que se sacó con Jazz cuando caminaban junto al mar.

viernes, 15 de agosto de 2014

Una vida de película

Jazz fue invitado a participar en el encuentro TED Buenos Aires 2014, su ponencia versaría sobre su emprendimiento de lluvias, a último momento y sin consultar con nadie decidió desempolvar un viejo escrito intitulado: Una vida de película, que dice así:
Buenas noches damas y caballeros, es muy grato para mi poder decirles algunas palabras sobre los temas que nos interesan en este derrotero galáctico anual.
Dividiré mi exposición en tres partes. La primera referida a los límites y prejuicios alrededor de la percepción de la realidad, luego una breve reflexión sobre los intersueños para terminar con la última película de la saga de mi vida.
No todo es como pensamos que es, los colores son un límite, el cerebro recrea gran parte de la información que recibimos basándose en juicios previos. Es demasiada información y se buscan atajos. Senderos de luz comprimida.
No vemos lo que no conocemos, basta el ejemplo del ojo mágico. Está frente a vos pero no lo podés ver. Porque no sabés como verlo.
Estas inconsistencias sobre la percepción de la realidad alientan las teorías que ponen en igualdad lo real y lo que uno puede imaginar, que existe mientras lo estamos imaginando, lo percibimos como si lo estuviéramos viendo, porque lo estamos viendo, y sintiendo. Por eso es tan importante ver y mirar, porque luego todo ese material visual se convierte en género para nuestra confección.
Una vía de investigación sobre la realidad y su percepción son las drogas. En ese camino las he probado a todas o casi todas y he podido concluir que algunas de ellas permiten trasponer fronteras de la percepción y acceder a nuevas sensaciones, sonidos, colores y olores. No es lo mismo un metro de encaje negro que un negro que te encaje un metro.
La realidad es todo aquello que no conocemos. Es mucho más profunda de lo que imaginamos y sólo accedemos a ciertos niveles de percepción, no somos todos iguales, hay personas que tienen sentidos más desarrollados y pueden percibir lo que otros no.
Existen signos universales pero son pocos, el sabor del agua y de la leche, el olor y la temperatura del viento, el olor a oxígeno. La mayoría de lo signos son culturales y sólo pueden leerlos quienes lo conocen. Somos todos primos.
Los sueños tienen también características notables referidas a lo que es real o no. Estamos convencidos que los sueños sueños son y no asumimos lo que sentimos realmente cuando despertamos después de un sueño intenso. No hay paredes en los sueños y no se necesitan piernas para salir ni alas para volar. Por eso duermo tanto, la siesta es religiosa, no se pierde el tiempo, se juntan géneros para confección.
Los sueños se conectan, se buscan, uno se puede conectar con los sueños de otros. Todas las noches soñamos pero algunos días de la semana nos encontramos con otra persona en intersueños, al despertar cada cual cree que el sueño es propio pero en realidad ha sido compartido.
En ese momento de la disertación Jazz se queda dormido sobre la mesa, bajan las luces, empieza a soñar, del público aparece una joven y hermosa colegiala con su vestido característico que comienza a bailar al ritmo de una furiosa cumbia villera. Jazz despierta y mientras termina de limpiarse los ojos es invitado, por la joven bella, a bailar. Juntos bailan toda la noche, siguen bailando cuando canta el gallo y sube el sol, bailan en la siesta y el atardecer. Termina la música, la joven sale corriendo para el fondo, detrás del telón, Jazz vuelve a ocupar su silla junto a la mesa, vuelve la luz y Jazz continua, si lo que imaginamos es tan real como la realidad misma podemos imaginar el futuro, podemos vivirlo antes de que suceda. Podemos hacer de nuestra vida una película, crearnos romances, aventuras, cumplir todos nuestros deseos. Exprimir la vida al máximo, agradeciendo cada segundo y viviéndolo con intensidad. Ayudín para la vida, ayudín para el trabajo. La ultima película de mi vida trata sobre la lluvia, soy el hombre que hace llover en el desierto. Yo imaginé la lluvia e imaginé el pozo de agua, luego sólo fui a perforarlo, y el agua brotó. Siempre tuve una relación muy especial con la lluvia, tanto es así que es la madrina de mi hija Ana. No me pregunten como lo hice, imagínenselo. Muchas gracias, buenas noches!


domingo, 10 de agosto de 2014

Charla al mediodía

Después de un tiempo Ana manejaba el negocio de las lluvias mejor que Jazz. Ella estaba al frente, Jazz aprovechaba para ir a visitar amigos y recorrer los bares. Se encontraban al mediodía para comer juntos, de vez en cuando. Charlando en la cocina.
Ana: ¿Qué hiciste anoche?
Jazz: ¡Uf! Anoche me lo encontré al Purly, terminamos en cualquiera, cantando tangos, reduros en un bar.
Ana: ¡Que bonito eh! ¿No te pareces que estás grande para andar tomando falopa?
Jazz: ¡No! Yo no tomo casi nunca, me hace mal, nunca pude engancharme, por suerte, pero de vez en cuando, cuando nos juntamos a comer un asado con los muchachos o cuando me encuentro con un personaje como Purly, me gusta. Los dos primeros tiros son buenísimos, después vas para abajo, irremediablemente.
Ana: ¡Ah! ¿sí?
Jazz: Tiene que ser pura o casi, sino además de no pegar como debería me baja las defensas, creo que es psicológico también, como las ganas de cagar, eso a mi no me pasa pero conozco gente donde es automático, vos decís bolsa y se cagan encima. Siempre que tomo gilada me resfrío, hace poco me agarró una infección en la nariz que me desfiguró la cara, no pude ir a trabajar.
Ana: ¿Qué fue lo peor que te pasó tomando merca?
Jazz: ¡Uf! muchas cosas, casi todas, no hay como el faso, es realmente medicinal creo yo, la merca es mala, pero te repito esos dos primeros tiros son geniales. El punto es tener equilibrio, a veces menos es mas. Me acuerdo una vez, me tocan el timbre a las ocho de la mañana, estaba estudiando en La Plata, era mi segundo año pero para ese momento ya me conocía todos los dealers. Mi hermana acababa de llegar a vivir conmigo. Me levanto, era el Cebolla, un tipo que vivía pasado y que era amigo de un compañero de facultad. Le abrí. Cuando entró me di cuenta de que estaba reduro, mal, tenía un ataque de persecución, yo ya lo había visto así en la casa de un amigo, se ponía paranoico, cerraba las persianas y los postigos, miraba por los ojos de la cerraduras y te preguntaba todo el tiempo quién estaba en la otra habitación, bueno, ese día volvió a repetir su escenita, lo mismo pero mucho mas exaltado. Sacó una jeringa y me preguntó si se podía picar. Imaginate mi cara, siempre me pareció mucho lo de picarse, nunca lo hice. Pensé en mi hermanita durmiendo plácidamente, calculé que estaría por levantarse. No, le dije, no. ¿Cómo que no? ¿qué te pasa? ¿qué me decís? ¿estás loco vos? ¿no ves que necesito un chute? Andá al baño le dije, anda al baño y limpiá todo. Claro loco ¿qué te pasa? ¿qué te pensás que soy yo? ¿quién está en el cuarto? ¡Para para! ¡al cuarto no! Está mi hermana, andá al baño, está todo bien. Tardó como veinte minutos, estuve a punto de entrar por si estaba desmayado, salió desfigurado, no podía ni caminar. Tengo que salir le dije. ¿Eh? ¿adónde vieja? que mala onda! No en serio me tengo que ir. ¿No querés un tiro? ¡dale! No gracias tengo que salir. ¡Dale! no seas mala onda loco, te vengo a visitar ¿y no me acompañas? Escuché ruidos en el cuarto de mi hermana. Bueno dale le dije, tomemos unos tiros. Armó cuatro rayotas, se tomó las dos más gordas y me dejó el resto, me las tomé y salimos del departamento. Me lo saqué de encima después de un par de cuadras y volví corriendo, por suerte mi hermana no había entrado al baño, busqué por todos lados por si había quedado alguna aguja, pero todo estaba bien. Salí nuevamente.
Ana: ¿Y qué hiciste?
Jazz: ¡Y viste! los primeros dos tiros son los mejores, me caminé todo el centro veinte veces mirando vidrieras, me compré una coca y después tres cervezas, volví al mediodía y me fui a dormir la siesta.

martes, 5 de agosto de 2014

Recuperando el tiempo perdido

Jazz y Ana viajan juntos de noche por el desierto. Ana lee en voz alta la carta que su madre le escribió a Jazz, que dice, querido Juan, espero que estés bien después de tanto tiempo. Nunca más supimos algo de vos, hasta que vi la publicidad de tus lluvias por la tele. Me pareció mejor escribirte, no se bien por qué. Tengo que contarte algo muy importante, junto a Paula, mi compañera, decidimos hace algunos años tener un bebé, ella tenía un familiar que trabajaba en el instituto Nacer y que te conocía a vos y a Ana de la facultad. Se me ocurrió una idea muy loca, una forma de aliviar un poco tanto dolor. Cuando mataron a Ana mi vida también se derrumbó, vos sabés que entre gemelas el vínculo es muy fuerte. Decidí usar tus genes para concebir junto a los míos un bebé. Se que es una locura y que te vas a enojar mucho y tenés razón, fui muy egoísta. Nunca nos llevamos bien, creo que tenía celos pero no por vos sino porque no quería que nada ni nadie me separe de Ana. Se también que sos una buena persona, que escondés todo bajo tu máscara preferida, pero yo te conozco. Nació una hermosa bebé que hoy tiene 16 años, le pusimos Ana y es igual a ella. Se que la hija de ustedes sería así, aunque con un carácter más dócil claro. Quiero que la conozcas, ella quiere saber la verdad, con Paula decidimos que es lo mejor. Tampoco te consulto sobre esto, ella se va a contactar con vos, se que seguís siendo el mismo de antes y te merecés un poco de luz en tu vida. Con cariño, Malvina. Ana dobla la carta y la guarda en el bolsillo de su campera. Jazz disimula la lágrima que escapó del largo encierro. Al otro día Jazz le muestra a Ana su fábrica de lluvias. Luego de tomar unos mates activa el efecto mar, caminan juntos por la orilla del océano pintado, bajo una calma llovizna.

Antes los chicos jugaban solos

Ana y Jazz miran la tele en la cocina. Jazz prepara asado al horno con papas. Ana sirve unos aperitivos. Parece que fueran pareja más que padre e hija. Casi no hablan ni se miran. Ana le alcanza el Pineral a Jazz y se sienta en la mesa. En la tele un roquero dice socarronamente ¿a quién no le rompieron el culo cuando era un pendejo? Jazz al escuchar la frase se da vuelta.
Jazz: ¿Qué dice éste?
Ana no responde, parece turbada, mira hacia otro lugar escapándole a la tele. Se levanta y abre la heladera.
Jazz: Mirá las boludeces que hay que escuchar, ¿qué buscás?
Ana: Nada, un limón...¿y vos qué sabés?
Jazz: ¿Eh? ¿de?
Ana: Digo, de lo que dijo el tipo.
Jazz se queda duro, piensa que no sabe nada de su hija, ni de como fueron sus años de infancia, se da cuenta de que Ana no está bien.
Ana: El año pasado iba caminando por la calle y noto que un tipo que venía de frente me miraba insistentemente, me sonríe. Me costó reconocerlo, era un vecino que había vivido a la vuelta de mi casa cuando era yo chiquita. Atiné a saludarlo y seguir, el se detuvo y me dijo ¿Te acordás de mi? Yo a vos te cogí cuando eras chica.
Jazz: ¿Qué? ¡Un hijo de puta! ¿y qué pasó?
Ana: Lo miré desafiante, él no se lo esperaba, le dije que no sabía quien era ni me importaba lo que estaba diciendo, que era un enfermo y un degenerado, y me fui corriendo.
Jazz: ¿Vos lo conocías al tipo?
Ana: Pensé que ya me había olvidado, es increíble como podemos tapar los hechos dolorosos, desaparecen como en una densa niebla, tal es así que aún después de intentar recordar que había pasado no logro nada.
Jazz se sirve otro Pineral. Ana cambia de canal.
Jazz: A veces es mejorar dejar a los fantasmas en paz.
Ana: ¡¡Mirá!! Encontraron al nieto de Estela, ¡¡que buena noticia!!
Jazz sonríe.
Ana: ¡Que buena noticia! ¡¡Hijos de puta!!

miércoles, 30 de julio de 2014

1, 2 y 3 años

Que difícil es recordar algo de aquella época, haciendo un gran esfuerzo logro rescatar algunas imágenes y sensaciones. Se me aparece un ding dong y con él la sensación de libertad que me producía usarlo. Hacía juegos tratando de llegar a lugares altos y alejados de la habitación. Recuerdo la luz de la mañana inundando las paredes junto a mis risas y balbuceos. No recuerdo a mi madre ni a mi padre en esos años, quizás porque al principio pensaba que eran parte de mi.

viernes, 25 de julio de 2014

Árboles azules

piernas de caramelo. Cuando tengas tiempo pasate por el negocio, hoy encontré brillantes en el almuerzo, si, de lo mas raro el sabor, si, como una cereza. Esos árboles azules, se mueven por el viento. La brisa de polen recorre la comarca, encontré uno de estos árboles en la casa de un amigo que vive en el lago, a más de ciento cincuenta kilómetros. ¡Oh! ¡mis piernas de caramelo otra vez! Nada más gracias, ¿con quién hablo? Con una hermosa musa vampiresa, mejor traeme otro igual, gracias. No sabés lo que es, un bombón, tiene un culo, si claro como si vos no, me quedo un rato y te paso a ver, ¿qué te parece? Dale hermosa, dale llevo forros y champagne, eso se que te pone mimosa, daledale.

jueves, 24 de julio de 2014

Una morocha, una rubia y una pelirroja

a la vez. Jazz escribe en su blog. He sido muy afortunado con las mujeres, algo que resulta bastante inverosímil teniendo en cuenta mi atormentada niñez y adolescencia. Mi mayor mérito con ellas es haber rechazado a muchas. A las que más recuerdo son justamente aquellas a las que no le di cabida. Sin embargo con esos actos les he demostrado caballerosidad y se que secretamente me lo agradecen. No es fácil rechazar a una mujer hermosa pero siempre me ha parecido superior el valor de la fidelidad cuando es correspondido. Por suerte era soltero cuando conocí a estas tres hermosas mujeres, se dio la casualidad que tuve los romances con ellas al mismo tiempo, pude cumplir el sueño de salir los jueves con una fogosa morocha salteña, los viernes con una rubia divina y el sábado con una pelirroja intelectual que estudiaba antropología. El idilio duró varios meses, esas tres mujeres me dieron la seguridad que se necesita para encarar a una dama, tuve mucha suerte por aquellos años. Hoy a la distancia las sigo de vez en cuando por las redes sociales, la morocha está felizmente casada en Alemania, la rubia terminó casándose con su novio basquetbolista, de la pelirroja no se nada porque no recuerdo su apellido. Hermosos pubis multicolores, besos rojos, negros y amarillos. Besos que metamorfosearon mi vida, besos de libertad y pasión, besos de mi juventud.

martes, 22 de julio de 2014

¡Ring! ¡ring!!

Jazz atiende el teléfono en la cama, era el quinto llamado de esa mañana y no había atendido ninguno de los otros cuatro.
Jazz: Hola.
Jaydy: Hola, ¿señor Jazz Vudú? lo llamo desde el Instituto Nacer, mi nombre es Jaydy
Jazz: ¿Sí?
Jaydy: Hay un hijo suyo que quiere conocerlo.
Jazz: ¿Otra vez?
Jaydy: Yo debo preguntárselo cada vez que sucede.
Jazz: Pero siempre contesto lo mismo, no quiero ningún tipo de contacto con mis hijos o hijas, ¿está claro?
Jaydy: Yo sé lo tengo que preguntar.
Jazz: Ahorrate el llamado.
Jaydy: Que tenga usted buen día señor Vudú.
Jazz: Gracias Jaydy, que tengas un buen día vos también.

lunes, 21 de julio de 2014

Deje su mensaje después de la señal

Hola, anoche fuiste muy dulce, llamame.

Deje su mensaje después de la señal

Hola señor Jazz Vudú, tengo el agrado de comunicarme con usted para felicitarlo porque es el nuevo ganador de un cero kilometro. La Iglesia de los Santos Perdedores busca de esta manera ayudar a sus feligreses a mejorar su calidad de vida. Lo volveremos a llamar a la brevedad.

Deje su mensaje después de la señal

¡Viejo de mierda! Hacete cargo de los hijos que anduviste teniendo por ahí, ¡tu hija está sentada en una silla de ruedas en el hospital! Y hace un año y medio que no mandás un peso. Te escondés como una rata, pero ahora se donde vivís. Así que ahora te va muy bien haciendo lluvias...

Deje su mensaje después de la señal

Hola, soy Roberto, ¿cómo andás? Hace rato que no te molesto, quería pedirte un favor. Hoy a la tarde hay una marcha y necesito armar el sonido. ¿No me prestarías un ampli y un par de parlantes? Avisame por favor, chau.

miércoles, 16 de julio de 2014

Patagonia de gigantes

Estaba sentado en una banco de una parada de colectivos de una ciudad neuquina, esperando el amanecer. Comienzo a sentir un temblor profundo, cada vez más fuerte y más cercano. Era mi primera vez en la Patagonia y no sabía nada de los gigantes, cuando a 50 metros de mi veo las enormes piernas de un ser cuyo torso y cabeza tapaban los árboles. Tenía un pantalón de gabardina azul y unas All Star anaranjadas. Estaba parado como indeciso mientras comía algo que no alcanzaba a ver pero que por las sobras que caían y rebotaban hasta mis pies parecía ser algo crudo y sangriento. Me aterroricé, una joven madre llevaba a su pequeña niña a la escuela, el gigante al verlas comenzó a perseguirlas para aplastarlas, escaparon de milagro al guarecerse en un pozo de agua. Después el gigante me miró de frente, me quedé quieto mirándolo a los ojos, en ese momento comencé una lluvia, que fue subiendo de intensidad hasta convertirse en granizo. Miró sin comprender, sin dejar de mirarlo inicié una tormenta y comencé a cantar bajo la lluvia, ya saben, la música calma a las fieras. Él bajo la vista y se fue pateando un par de autos viejos. La joven madre y su niña salieron del pozo y me hicieron un gesto de agradecimiento, en ese momento llegó el colectivo.

lunes, 14 de julio de 2014

Anoche hubo sueño colectivo

pero no me acuerdo de que fue. Pensaba Jazz mientras tomaba mate en la cocina de su casa. Suena el teléfono, Jazz atiende.
Ana: Hola, ¿vos también soñaste anoche?
Jazz: Sí, estuvo bueno ¿no? pero no me acuerdo de nada.
Ana: Yo tampoco, ¿de eso se trata no? Cuando nos damos cuenta desaparece.
Jazz: Si claro, pero a veces me angustia un poco el no saber las cosas que inventamos cuando soñamos juntos.
Ana: Si lo soñamos ahora es real sólo tenemos que seguir viviéndolo en la misma sintonía. Cuando alguien se da cuenta se pierde la magia.
Jazz: ¿No me digas que vos crees en la magia?
Jazz cortó el teléfono y refunfuñando se sentó junto a la mesa. Algo lo detuvo cuando intentó prender la radio, ahora no pensó, después la dejo prendida mientras me ducho. Nuevamente el teléfono, era el Zurdo: ¿Qué onda man?
Jazz: Hola, ¿qué pasa Zurdito?
Zurdo: Nada, era por lo de hoy a la tarde.
Jazz: ¿Hoy a la tarde? ¿qué Zurdo?
Zurdo: No sé, el otro día en el bar me pediste que te pase a buscar hoy por la tarde, pero no me acuerdo para que era, por eso te llamé.
Jazz: ¿Vos que soñaste anoche?
Zurdo: Nada, no me acuerdo.
Jazz: No sé, después te llamó.
Jazz cortó, dejó el mate en la mesa y prendió la radio. La música y los locutores no paraban de festejar, música misteriosa de los ritos urbanos, hay una canción de fondo que todos cantan. Jazz camina hacia el baño, antes de entrar se detuvo a oír la canción, dudo un momento y se metió a la ducha.
Jazz: ¿Qué raro? esa canción me suena muy familiar pero no con esa letra, parece de Creedence, pero... no, ¿qué era?
Abrió el grifo de la ducha, se metió de cabeza en el chorro de agua caliente. No podía escuchar nada, no quería seguir escuchando, un grito subió desde lo más profundo de su ser e inundó el baño haciendo temblar el vidrio y asustando al gato. En ese mismo instante se escucharon miles de gritos provenientes de las casa vecinas, que como en un reguero de pólvora se multiplicaron de barrio en barrio, de pueblo en pueblo, a la velocidad de la luz, sin dejar recuerdos, se fue.
Jazz: La puta madre que los parió, alemanes putos.
Jazz se había acordado que tenía que hacer con el Zurdo, iba a pasarlo a buscar para ir a festejar con un asado por el campeonato. Jazz descubrió el sueño colectivo y éste estalló en miles de hogares a la vez, de un momento a otro volvimos todos al triste lunes futbolero.

sábado, 28 de junio de 2014

Lentes rulos y tetas

Dos deliciosas frutas se me ofrecen a la vista hoy,
mi espada desenfundo.
Temeroso en la noche iluminada,
la tropa pasa refunfuñando.
Uno de los más osados osó ofender a la doncella,
la de los dulces frutos.
Como un caballero le regalé una pizza alguna vez,
pensé mientras la doncella corría a la torre mas cristalina de aquel palacio pizurno.
Oh, ¿qué he hecho?
¿Adónde fue a parar mi caballerosidad?
¡Oh! hermosa doncella de los frutos mojados.
¡Oh! hermosa doncella de la torre más alta.

Ana y Jazz charlan en un zaguán

Sos muy parecida a tu madre, es realmente impresionante, ¿querés tomar algo? No, gracias. Sentate por favor, me voy a servir un whisky, ¿seguro que no querés? No gracias, ¿papá? ¿Eh? Pará es un chiste, quería ver la cara que ponías ¿Y qué viste? ya sé, un viejo aburrido, egocéntrico y vicioso, que no puede dejar de imaginar como llevarse a las chicas a la cama, cuanto más jóvenes mejor, cuanto mejor culo tengan mejor. Pará, no te desubiques, no vine a buscar tu afecto ni tu plata, no sé para que mierda vine, sos un personaje nefasto, un estafador que promete lluvias, ¡un pajero! Un tipo que se ganaba la vida haciéndose la paja, ese es mi padre, quería verte, mirarte pero ya tengo suficiente, me puedo ir tranquila. ¿Seguro que no querés tomar algo? ¿Un té?

miércoles, 18 de junio de 2014

El tiempo todo lo puede

Si hay un secreto lo tiene el tiempo. La disvolución millonaria fue posible porque existió el tiempo suficiente. El tiempo no es la medida de todas las cosas sino la fuente que las genera. El fuego se transforma en agua, en aire, en aceite y en sangre. El dolor se olvida, la semilla germina y todo fluye. Nuestro instante sideral es infinito como el tiempo. Vivamos todas las vidas que podemos vivir en este momento. No durmamos la siesta sin soñar.

sábado, 14 de junio de 2014

El asesinato de Ana no fue algo nuevo para mi, ya había estado en el lado oscuro

En el lado oscuro hace mucho frío, el dolor recorre tu cuerpo, el tiempo parece detenerse, las risas atruenan en tu cabeza y no hay luz del sol. Cuando sales del lado oscuro tienes que olvidarlo inmediatamente para no volver.

Jazz y Juan

¿Y entonces? Jazz, estoy hablando con vos y te me quedas mirando con esa cara tan rara, ¿por qué hablamos si somos el mismo Jazz? ¿Somos los mismos? ¿Por qué te veo entonces Jazz? Porque estás borracho Juan y siempre que te pones en pedo pasa lo mismo. Pero, vos entendés de lo que estoy hablando ¿no?, de que vos y yo somos el mismo. No me mires así Jazz, no te burles todo el tiempo de mi. Juan, estás borracho me voy al trabajo tengo que hacer muchas lluvias hoy, quedate en casa con los chicos. ¿Qué chicos? Juan me voy. Siempre haces lo mismo Jazz, no hay nadie en la casa mas que nosotros y yo digo que somos el mismo. Vení conmigo entonces Juan. Vamos, ponete un abrigo.

jueves, 5 de junio de 2014

Nunca alcanza la plata,

ni para un chori ni para un yate. Imaginate un jacuzzi lleno de billetes de 100 dólares, mientras el teléfono suena. Siempre suena el teléfono para decirte que no tenés más plata. Sueños de la plata sociedad anónima encomandita simple. Plata más plata menos plata. La plata compra casi nada importante pero mucha cosa inútil descontracturante. Quiero dinero quiero dinero, Sergio, ¡Omar!

lunes, 2 de junio de 2014

Húmedo y frío,

como el asfalto en esta noche de invierno. El agua mojándote los pies, llenando de hielo tu cuerpo. Cerrás los ojos para calentar las órbitas, las manos en los bolsillos rotos. Saltando en el lugar mientras pasan eternos los segundos, con la lluvia empecinada contra vos, mientras todos duermen calientitos. Estás solo bajo la luna que no se ve. Las medias no se calientan por arte de magia, no hay fósforos ni siquiera cartones, el de vino no sirve por el interior metalizado. Vienen tres cumpas escapándole a todo, no tienen plata ni están de buen ánimo, pero tienen fósforos, papel y madera. Encendemos un fuego, que crece de a poco, mágicamente, y seca las medias y el sobretodo raído. Debajo de un tronco se encuentra una botella casi llena de vino, los rostros sonríen y se relajan, las bromas ahuyentan al frío. Carioca de pico de vino, el calor nos sube por el cuerpo, la luna aparece en la noche. Sentados juntos miramos el cielo donde un gran cometa viene al encuentro. La luz blanquecina muta de repente y se transforma de nuevo en un helado río que del cielo cae y moja al fuego, y hace que todos corramos bajo el puente, a la orilla del río. ¡Que injusto que ustedes estén tan calientitos! Mientras llueve tanto y hace tanto frío.

sábado, 31 de mayo de 2014

Hoy no vamos a solucionar los problemas del mundo

dijo Jazz mientras peinaba unas lineas sobre un tocadiscos vintage verde fluo nuevo. La mujer y el hombre que lo acompañaban lo miraron sin entender. Tomaron los tres y se sentaron a la mesa a jugar al tute cabrero. En este juego pierde el que queda en el medio. Se va a más o a menos, no sirve otra cosa.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Jazz y el gato

Uno quiere la herencia, el otro parte de mi médula. Hay una pibita que se quiere venir a vivir conmigo. El gato dice ¡miau! Jazz dice ¡sí! Dos veces la eché, ¡tuve que llamar a la policía! No se iba, ¡no se iba! El gato dice ¡miau! Para un poco ¡para! Miau! Siempre te subís a la moto, ¡bajate de la moto nene! Jazz dice pero callate la boca gato de mierda, te voy a volar de una patada en el culo, ¡rajá de acá! Jazz trata de golpearlo con el repasador pero el gato salta ágilmente y se aleja hacia la puerta, desde el umbral se da media vuelta y le dice miau, ¿cómo estamos hoy eh?

Mayo floreado

lunes, 26 de mayo de 2014

Aceitunas verdes grandes y un buen vino tinto

como aperitivo de unas milanesas de pollo gratinadas con arroz. El arroz debe ser de los más baratos de la góndola y el vino de los más caros. Como postre ideal, un buen bajativo, sexo, cocaina o helado de limón. Jazz le habla al gato mientras cocina el arroz. A sus 60 años ya es un experto cocinero, casi siempre cocinando para el mismo, y para el gato. Esta noche Jazz elegirá como bajativo el sexo, en solitario, el gato no cuenta.

sábado, 24 de mayo de 2014

¿Te parece que estoy jugando?

¡Hola! ¿Papá?

¿Estás ahí? Contestame, ¿me escuchas? Pa, ¡¡papá!! Juan se despertó sobresaltado, una ambulancia sonaba en la madrugada de la ciudad de las diagonales. Tenía jóvenes 16 años y acababa de llegar a estudiar derecho a la Universidad de La Plata. Que sueño más raro dijo entonces. El sueño venía de alguien por nacer y que al no poder hacerlo lo replicó en los sueños de quienes si podrían nacer, aunque no tengan un Papá. Fue hasta la cocina a tomar agua de la heladera, sus compañeros de cuarto dormían y roncaban. El sonido nocturno de la ciudad lo atemorizó. Contestame, ¿me escuchás? ¿Estás ahí papá?

jueves, 22 de mayo de 2014

Los telescopios reflejan

Si enfrentamos un microscopio y un telescopio en una mesa de disección ocurrirá algo notable, se despedazarán hasta la destrucción total de ambos.

La vida no es un juego de preguntas y respuestas

No se nada pero no importa. La vida no hay que entenderla, no estaban menos vivos en las cavernas. Los telescopios reflejan. Los astronautas se pierden en el camino. Me imagino al nuevo dios que encontraremos, que por la gran luz que emite convencerá a los ilustres con nuevas letanías disfrazadas de sabias ideas. Multiverso, donde lo grande y lo chico existen pero no importan. Donde la energía se transforma pero muere la conciencia. Donde tu ADN vibra entre los tiempos siderales. Y donde la luz del sol ilumina el alma. Vida.

jueves, 15 de mayo de 2014

5 años después de que mataran a Ana

volví a La Plata en otoño, caminé sin rumbo por las calles desiertas de un domingo cualquiera. Cada momento me resultaba agobiante, es una ciudad a la que no quiero volver nunca. Me encuentro de repente en la puerta del Zoológico, como tantas otras veces. El pochoclero y el de los globos con su música característica, intentando vender algo antes de que la gente entre. Ana, me acuerdo que con Ana odiábamos el zoológico y queríamos que desapareciera. Mientras alimentábamos al Tucán ideábamos planes de sabotaje. Estudiamos los horarios de los vigilantes y entramos una noche. Disfrazados para que no nos reconocieran, ella de Aldana Star y yo del Capitán Quilmes. Munidos de sendos aerosoles pintamos las paredes de las jaulas, ante la mirada impertérrita de los leones. Aves sin vuelo escribimos, libertad a los inocentes, no venga más al Zoo. Nos divertimos esa noche, al amanecer llamamos al diario local, para que cubra la noticia antes de que se taparan las paredes. Y así lo hicieron, Aves sin vuelo fue primera plana del diario El Día de La Plata. Como nos reímos aquella mañana, mientras tomábamos mate. Hoy no voy entrar al Zoo, ya lo sueño bastante, más que un sueño es una pesadilla amable, un sueño sobre la imbecilidad humana. El sueño de Jazz

jueves, 1 de mayo de 2014

Escribo sobre la oscuramente aterciopelada naturaleza humana

No escribo sobre didáctica ni pedagogía. Tampoco de leyes ni de tarot. Si quizás un poco de mito aleccionador. No escribo de besos pero si en verso. Busco tanto cuando opino que sin desde ante bajo cae vibra se estremece, lalas lala luna diosa, y satélite de mi vida. Nunca escribo sobre el tango ni la querida Buenos Aires. Escribo sobre el desierto lluvioso. Sobre el agua en las ventanas y el sexo con una dama. No menciono a la política ni al chisme de la tarde, ni a los gordos del gremio de la carne. No escribo de mi trabajo y menos sobre lo que no puedo contar. Solo escribo y escribo. Sobre el alma, y la energía que la moviliza. Escribo sobre uno y el universo. No escribo tanto.

miércoles, 23 de abril de 2014

Ana, la compañera de Juan

tenía una hermana gemela, Malvina. Eran muy parecidas y a la vez muy distintas. Cuando mataron a Ana, se fue a España y no volvió hasta los noventa. Sabiendo que Juan se ganaba la vida vendiendo su esperma usó los contactos de la familia para obtener los datos y junto a su pareja, Paula, decidieron usar el esperma de Juan para concebir un bebé. Malvina fue la madre, nació una hermosa niña a la que llamaron Ana. La misma Ana que a los 16 años usó las influencias de la familia para encontrar a su padre.

Ana escribe en su blog

mil vidas vivimos, vamos eligiendo una a una, momento a momento. Hay que estar alerta, podemos anticipar historias y prevenir malos momentos. Vibramos como una radio y nuestras proyecciones generan en mundos distantes imágenes de nuestro ahora. ¿Viste cuando el aire está denso? Y entre esa persona sentada al otro lado de la habitación y vos, hay una mala vibra, un choque de ondas que va in crescendo y que se alivia cuando la secretaria abre la puerta. Ese es un ejemplo de las ondas que te digo que emitimos los humanos.
Mil vidas vivimos, pero ese es otro contar.

martes, 22 de abril de 2014

Suena tres veces

la campanita del teléfono celular con el ringtone de los Stones, Jazz atiende, pero antes que diga nada. Ana: Hola. Jazz: ¿Si? Mi nombre es Ana estoy buscando a Juan, ¿sos vos?... ¿Ana?... ¿Ana qué? Ana de La Plata, busco a Juan, el de las lluvias. No soy yo, equivocado. Jazz cuelga el teléfono asustado y se queda mirando fijo mientras llueve la ventana. Ana desilusionada ve en su ventana el reflejo de una luz violácea.

sábado, 19 de abril de 2014

Lonie six

Soy hija de Juan, no me gusta llamarlo Jazz Vudú. No sabe de mi existencia, la única vez que hablé con él para explicarle quien era estaba tan borracho que no se acuerda de nada. Ya estoy grande, tengo 16, ya no lo necesito tanto como cuando era una niña. Me alcanza por pasar por su casa de vez en cuando, verlo de lejos mientras bromea con sus amigos. Nunca me faltó nada pero me surgían preguntas sobre mi identidad ¿Por qué me gusta escuchar música con los pies en la ventana? ¿Por qué odio matemáticas y me gusta el chocolate? ¿Por qué late mi corazón cuando escucho cumbia? Al girar en la góndola del supermercado Lonnie se choca con Jazz, se cae una botella de leche y explota en el piso. Jazz sonríe, hola hermosa le dice, Lonnie se marcha avergonzada. Jazz: Pendeja de mierda, me tiró la leche.

sábado, 29 de marzo de 2014

Cuando me llamaba Juan

Crecí en una época en donde el tiempo pasaba muy lento, afortunadamente. Los años de la primaria se me vienen cargados de recuerdos, de chicas, de compañeros, de directoras y de choripanes con salsa. Uno de esos recuerdos les quiero contar, fue a mis nueve o diez años. Tenía un compañero que jugaba muy bien al futbol, hubiese triunfado en primera pero vivíamos muy lejos y en esos tiempos no se ganaba la plata de hoy así que tampoco le interesaba. Jugaba muy bien, se llama Valdebenito. Ibamos juntos a la escuela, a quinto o sexto grado. Un día que no teníamos maestra nos llevaron a jugar al futbol al baldío de la vuelta. Entre él y otro que jugaba bien armaron los equipos. Pan queso pan queso pan queso pan. Iban eligiendo uno a uno, noté que no tenían mucho interés en elegirme porque fui quedando para el final junto a uno al que no le gustaba el futbol. Recuerdo la cara de Valdebenito, de compromiso eligiéndome. Debo decir en mi defensa que era uno de los más chicos de edad. Con Valdebenito éramos un poco amigos pero cuando de futbol se trataba eso quedaba de lado. Él era el goleador del equipo. Agarraba la pelota y se los pasaba a todos, tacos, caños y chilenas. Pero eso día no fue tan sencillo. Cuando estábamos por terminar íbamos dos a dos. Valdebenito recuperó la pelota, en nuestra linea de meta casi, tiró un sombrero y picó para adelante, eludió a dos como con un plumero, pecheó al grandote que jugaba de defensa, yo corría junto a él, me miró de reojo mientras eludía al arquero, como se pasó un poco prefirió pasármela a mi, para que definiera. La pelota venía despacito, despacito, despacito junto a la raya imaginaria del arco, sólo había que empujarla. Recuerdo esos segundos previos, la respiración en mi cuerpo, los gritos de Valdebenito, la ansiedad por gritar gol!, ese temblequeo en las patas y esa patada desafortunada que contra todas las leyes de la física se escapó por arriba del travesaño. Valdebenito me miró tan mal, tan mal, tan mal que me fui caminado despacio, con la cabeza gacha y el guardapolvo en la mano. Escuchando los gritos de la directora para que me apurara.
Con Valdebenito nos hemos vuelto a encontrar y nos reímos del asunto.

domingo, 23 de marzo de 2014

Hijos e hijas del rocanrol

Tengo un hijo doctor, es pediatra, vive cerca de acá, a veces pasa con el auto por esta calle. En el barrio viven mas o menos treinta entre ellos la estrella pop local que da conciertos por toda América cantando busco a papá. Tengo un hijo bombero y otro abogado. Unas mellizas con síndrome de down, tengo dos hijas monjas y dos prostitutas. Un hijo político sindical, varios traficantes de drogas, una nena muy hermosa con una mirada especial, un bebé recién nacido que solo puede tomar la teta. Y me olvido de unos cuantos, sin contar los de la ciudad. Tengo hijos africanos, peruanos y dominicanos, una hija vietnamita, una hija en Gibraltar, quintillizos en Armenia y quién sabe cuantos más.

Los links del cementerio

traen alivio. provocan recuerdos. el link también es electromagnético. vienen señales del cielo y de la tierra. el frío y el viento del otoño invernal, la escarcha de la seis de la mañana. la foto pequeña que indica el lugar y la piedra fría sobre la fresca tierra. camino unos pasos hasta estar frente a él, hundo mis manos en la tierra húmeda y fresca. siento el link en mi corteza visual, se abre una ventana de luz, veo a mi amigo sentado en el bar, hablo del tiempo y de donde pegar, siento su aliento cuando me besa y se va. un pájaro, un tero corta la señal, con eso alcanza, me vuelvo a la cama a dormir y soñar, sar sar sar, ñam ñam.

sábado, 15 de marzo de 2014

About the sed

Yes estoy podrido de tanta merd, a lot of shame, a piece of cake, sí, estoy podrido y hiedo a miel, a shit and honey miel, a long way. Y tengo sed, sed de venganza cruel. A glass of water, a glass of milk, please. If él stay here lo cagaría a trompadas, le patearía su ass. Junkie, sucio y feo, ignorante anteojudo. Dame agua tengo sed. In hell no hace frío, in hell i am not ok, in hell tengo sed, sad and lonely sed. Dame agua mother fucker, me necesito reponer, y cuando este parado again, lo veré a his eyes, and his smile borraré. I need your alta gracia, your peace and love again, para sacarme de adentro la sequedad de my soul. Only you and tu amor pueden apagar mi incendio, pueden llenar de water mi garganta de papel. Frío y dulce whisky, agua, mate, beer or tears. I hope tu estés at home tonight y que me des de beber.

jueves, 6 de marzo de 2014

Las cosas de Ana

Veinticinco años. Junté todo y me fui al desierto. Llevé conmigo la blusa de Ana, su perfume, su adoración por los atardeceres, por el pan de la mañana, sus mates amargos, sus labios dulces, su mirada de asombro, la esquina donde nos conocimos, sus libros de izquierda, su amor por los demás, su cuaderno de anotaciones poéticas, su pensamiento sobre el aborto, su adoración al Che, todos sus amigos muertos en fotos, su primera vez. Junté todo en el desierto, en noche estrellada. Armé una gigantesca pira y la quemé. El fuego iluminó mi alma, subió a los cielos e incineró los recuerdos. Los anuló de mi conciencia aunque sigan allí, al acecho. No puedo volver por esa esquina, ya no tomo mate ni voy a las marchas. Ya ni siquiera deseo otros labios y el amor se ha transformado en placer. Después de tanto fuego se me ocurrió llevar la lluvia al desierto.

viernes, 21 de febrero de 2014

Dope escape

Escapándole al resfrío y a la gripe, me escabullí en la radio de un amigo y despegué desde la casa del gato, en el tejado de chapa de zinc. El eter sopor, escuchando la música de del Olmo, tapó el picor de la garganta, el hastío de la mente y el dolor en el cuerpo. Santa dope. Justo ahora no tengo problemas. Encima la música repsicodélica, un temita para esta hora, justo para tipos como vos y yo. ¿Y vos quién sos? Chau pucho, listo el pollo, fuiste alpiste no exististe.

El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza

Da igual aquí que allá. Nada nuevo encontraremos en las colinas de Marte, diferente sí pero no nuevo. La vida es maravillosa y el hecho de que concluya no le quita relevancia. Vivir es también morir. Parece una simple coincidencia la similitud entre nuestro sistema planetario y los átomos, que forman células y luego moléculas que se parecen a las nebulosas. Un punto de partida importante es dejar de lado la escala humana para buscar entender algo. Rápido, lento, grande, chico, todo, nada, son categorías vacías. de contenido. da igual aquí que allá.

sábado, 8 de febrero de 2014

Donar esperma

sin mirar a quien. Una forma de perpetuarse. Dentro de cientos de años un humano parecido a usted andará dando vueltas por allí. No tenga hijos, done esperma.
Milk South, estamos para ayudarlo a acabar con su angustia.

viernes, 7 de febrero de 2014

El vuelo de la mariposa

Viento tibio y dulce. Cada aleteo la llena de belleza, el aroma de un delicioso néctar proviene de todos lados. Flores rosas, blancas y amarillas. La luz del sol calienta sus alas y le permite llegar más alto, hasta las nubes, desde allí ve el mundo y lo grande que es. El tiempo corre lentamente, casi al trote. En vuelo casi eterno baja en círculos, cada flor le ofrece un néctar especial, los hay alucinógenos y afrodisíacos. Una macho aletea cerca, es absolutamente bello. Al atardecer los cuerpos se funden en un beso infinito. Llega la noche, todo ha terminado. Mañana quizás vuelva a salir el sol.

El tiempo pasa

Nos vamos poniendo tecnos. El amor no lo reflejo como ayer.

miércoles, 5 de febrero de 2014

55 años

Mientras trabajaba como portero en una escuela secundaria conocí a Crisanto, era una persona muy especial, con un encanto extraordinario y una belleza exótica. Tenía 16 años, venía de pase con antecedentes de violencia familiar. Crisanto era travestí y estaba dando sus primeros pasos para vestirse de mujer todo el día. Usaba unas calzas y un topcito. Nunca la vi con una campera o un pulover, me la cruzaba por la calle en invierno y siempre andaba con top o una musculosa, aunque lloviera o nevara, y de minifalda. Los compañeros del curso y en general los varones la miraban mal y la discriminaban todo el tiempo. A cada rato estaba en la dirección por una pelea con alguien que la insultaba. ¡Negro puto! Le decían cuando pasaba por los pasillos. Crisanto tenía mucha personalidad para aguantar ese tipo de bajezas pero también el carácter necesario para ponerle los puntos a cualquiera. Conmigo tenia buena onda, yo le convidaba unos mates en los recreos o cuando se escapaba del aula y andaba dando vueltas. Encima los preceptores no ayudaban, les parecía que Crisanto provocaba y por eso terminaba agredida. Tenía cara de gitana, era muy simpática, todo el tiempo bromeaba y decí cosas divertidas, a veces subidas de tono. Incluso llegó a proponérseme y se rió cuando me negué. A pesar de que ya le habían advertido volvió a venir maquillado, no la dejaban pero a las mujeres si. Recuerdo haber visto a una preceptora que la llevaba al baño y la obligaba a sacarse el maquillaje. Terminó dejando la escuela. Me enteré que comenzó a prostituirse, primero acá en el pueblo después en la capital de la provincia. Hace unos años me había llegado el rumor de que la habían matado, resultó ser solo un presagio. La volví a ver hace unos meses, la vi de lejos y no me reconoció. No se si me habría saludado, era otra persona. Tendría unos veinticinco años, la alegría de antes ya no estaba, había una persona curtida por la vida en su mirada. Hoy por la web, noticias de Crisanto, asesinada por un menor de 14 años que le dijo puto y después le clavó tres veces un cuchillo tramontina. De madrugada, trabajando, luchando como siempre contra la estupidez humana, cansada de que nadie la entienda y la deje ser libre.
Te voy a recordar siempre Crisanto.

Robamos pero hacemos

domingo, 2 de febrero de 2014

Recitales

Charly García, The Cult, Sting, Las Pelotas, Tracy Chapman, UB40, Laurie Anderson, David Bowie, Eric Clapton, Keith Richards, Los Ratones Paranoicos, Dave Holland, Vitale y Baglieto, Dino Saluzzi, Javier Malosetti, El Soldado, Peter Gabriel, Mick Taylor, La Carroña Puelche, Steppenwolf, Pappo, Hoppo, Diego Frenkel, Adriana Varela, Capitán América, Kevin Johansen

sábado, 1 de febrero de 2014

11 años

Aprendí a nadar en Plaza Huincul, ciudad petrolera que en esa época estaba en su apogeo. Como no tenían ríos ni lagos por la zona construyeron piletas enormes y desde toda la provincia iban a nadar allí. La tercera vez que fui me tocó parar en la casa de unos chicos mucho más pequeños que yo, era una especie de intercambio estudiantil, nosotros los recibíamos en invierno cuando venían a esquiar y ellos en verano para aprender a nadar. La madre de los chicos era muy hermosa y desenfadada, andaba en camisón por todo la casa. Por la noche, a la hora de dormir, estábamos mirando la tele con los chicos en la cama de sus padres, de repente entró la madre, se sacó el camisón y se quedó en remera y bombacha, yo me puse nervioso y se me erizó toda la espalda. Ella se acostó en la cama junto a nosotros, notó que me había puesto colorado y me sonrió de una manera que me pareció muy provocativa, después llegó el padre, también se acostó aunque por suerte nos mandó a todos a dormir. Cuando estábamos acostados y hablaba con los chicos, uno de ellos pronunció, en el medio de una historia que nos contaba, una palabra que nunca me había animado a pronunciar, coger. Me costó dormirme esa noche. A la mañana siguiente mientras la empleada nos servía el desayuno en la cocina aparezco yo en la televisión, era la nota que me habían hecho una semana atrás por el ovni que vimos en un campamento. Fue una situación rara para todos. En esa época había un solo canal y no era común aparecer en la tele. La madre me empezó a mirar diferente, como con miedo, los chicos me miraban como un héroe y la señora que trabajaba en la casa me sonrió con dulzura. Quien presentaba la nota era el nefasto Gómez Fuentes, recuerdo que se burló de nuestra inocencia. Mas tarde en la pileta me negué a aprender el estilo mariposa.

viernes, 31 de enero de 2014

14 años

Las clases de educación física durante el secundario no me atraían mucho, siempre me gustó el deporte pero como juego no como competencia. Me acuerdo haber escuchado esa tarde, antes de ir a la clase, un disco de vinilo de Black Sabbath que me había traído un tío de Londres. Quizás fue el riff el causante de todo lo que iba a pasar en la clase de basket. El profesor era un hombre muy serio y austero. Ferviente católico y adorador del orden y el respeto, nos decía ¡mocoso olor a leche! cuando nos retaba. Nos obligaba a ir en pantalón corto y se enojaba cuando alguien se salía de su esquema. Tiempo después, pasados los años, me di cuenta de que este profesor era en realidad un buen tipo. Yo estaba pasando por un buen momento basquetbolístico y eso lo decidió al profesor para elegirme como capitán de uno de los cuatro equipos. Cada capitán, uno a la vez, iba eligiendo a los jugadores para su equipo. Primero se elegían los más habilidosos y para el final quedaban los peores, que eran siempre los mismos, el Flora, el Michael, Lamas con sus anteojos culo de botella y el petiso Castillo. Se me ocurrió que ese día las cosas podían ser diferentes. Al primero que elegí fue a Lamas, todos se quedaron duros, Lamas no lo podía creer, al profesor se le transformó la cara pero no podía decir nada, ni mu, cuando me toca elegir de nuevo aún quedaban jugadores destacados pero elegí al Flora, que era bastante torpe con su voluminoso cuerpo punk, ya el profe me miraba con furia asesina, pero claro ni mu, así eran las reglas que el mismo había creado. Bueno después elegí al Michael y al final al Petiso. Me dio bronca las burlas de los otros equipos y también que alguno pensara que lo había hecho para humillarlos. Me propuse salir a ganar. El primer partido nos mataron, era a tres dobles y nos sacaron enseguida, cuando salimos de la cancha estábamos todos mal. Me miraban enojados como diciendo ¿pero vos sos boludo? Empecé a animarlos, a decirles que podíamos ganar, que pongamos el mayor esfuerzo. Corrí como nunca, defendía y atacaba, realmente estaba pasando por un buen momento pero igual el segundo partido nos mataron de vuelta. Sin embargo no los noté tan desanimados, habían podido soltarse bastante y darse de cuenta de que podían jugar e incluso hacerlo bien. El último partido nos tocó con el equipo que venía ganando, estaban los mejores, el flaco Grego que medía dos metros, Gory, Nahuelquín, la crem de la crem del basquet local. Empezó el partido y pude robar un pase y nos pusimos adelante enseguida, eso hizo que a todos nos inundara una sensación de euforia y ansia de victoria. Jugamos muy bien, defendíamos todo, el Flora robaba pelotas, Michael corría y hacía buenos pases, en eso el Grego toma un rebote de Lamas y en una corrida en la que nos pasa por arriba la vuelca de forma espectacular. Bueno, no alcanzamos a recuperarnos que Gory mete un doble de mitad de cancha, aun no existían los triples. Dos a uno, si metían otro íbamos. Me acuerdo que el Michael sacó desde la linea y se la pasó al Petiso, este le dio un pase de rebote a Lamas, quien con su cara de bolita japonesa esquivó a Gory y de espaldas se la pasó al Flora que tenía el aro libre pero se quedo inmóvil con la pelota en la mano, todos le gritamos: ¡¡¡Flora!!! ¡¡Dale!! Y justo cuando lo iban a tapar lanzó y metió el doble. Otra vez todos se quedaron duros, hasta ese momento nadie nos prestaba atención, nuevamente al profesor se le transformó la cara, no sabía cual era la que tenía que poner, estaba por terminar la clase. Me gustó mucho ver la cara de preocupación de los que antes se reían. Nos juntamos a hablar, no se quien dijo que cosa, creo que yo los arengué para que ganemos, para que les demostremos no se que, que los teníamos agarrados y que todo no era tan cruel. Sacó el Grego, se la pasó a Gory que se la dio a Nahuelquín, cuando lo marqué, lo esquivó al Flora y desde arriba del Petiso nos marcó un doble que hoy también valdría tres. Todo volvió a la normalidad, de repente salimos de esa burbuja que habíamos creado.
El profesor nunca más me eligió como capitán.

miércoles, 29 de enero de 2014

Cántale a la luna y al sol, cántale a la puta que te pario, cántale a la concha de tu hermano

35 años

Jazz miró de reojo la entrepierna de la secretaria de la clínica. Le encantan ese tipo de uniformes en las mujeres. Era ella joven y bella. Al sentirse observada se ruborizó y empezó a mirarlo pero Jazz no la vió porque se había colgado a mirar por la ventana el edificio de enfrente donde una pareja de ancianos tomaba el té mirando el atardecer. Se abrió una puerta y salió velozmente un adolescente flaco y desgarbado, le entregó el recipiente a la enfermera y guardó el dinero en su bolsillo. Jazz miró a la enfermera, que con una leve sonrisa le hizo el gesto para pasar al cubículo. Jazz entró y cerró la puerta. Era bastante chico, había una cama, un perchero, una mesa con revistas pornográficas, preservativos y vaselina. También había una cámara oculta. Jazz hojeó las revistas, tomó una y se echó a la cama pero se levantó de inmediato pensando en el joven que acababa de salir. Se sentó en la silla y desabrochó su pantalón. Se sintió observado, comenzó a recorrer la habitación buscando la cámara oculta pero nunca la encontró. Decidió tocarse los genitales mientras observaba en una revista una escena de sexo anal, lo intentó durante unos minutos sin lograr excitarse. Se le ocurrió espiar a la secretaría, entreabrió la puerta y comenzó a masturbarse mirándola, justo ella se había levantado para hablar con otra persona que acababa de llegar brindándole el paisaje anhelado. En dos minutos acabó entre gemidos ahogados, cerró rápidamente la puerta ante la sorpresa de la secretaria. Esperó varios minutos antes de salir, le entregó el recipiente sin mirarla a los ojos. No contó el dinero y se fue sin saludar. Afuera lo esperaban sus amigos, se fueron a comprar una bolsa al Mondongo.

lunes, 27 de enero de 2014

Biography

Jazz Vudú nació en Buenos Aires el 18 de abril de 1951, un año después su familia se mudó a un pequeño pueblo de la cordillera neuquina. Tuvo una infancia feliz y muy intensa, pasó por situaciones muy fuertes para un niño, escenas que más adelante les contaré. En la secundaria se profundizó su interés por el arte y al finalizarla viajó a estudiar a La Plata. Mientras estudiaba Jazz se enamoró perdidamente de una morocha salteña que militaba en el centro de estudiantes, Ana. En unos pocos meses se fueron a vivir juntos. Ella participaba activamente en la juventud peronista. El interés principal de Jazz era otro, su pasión era el arte. Acompañaba a Ana a las marchas y asambleas estudiantiles y fue a parar a la comisaría varias veces pero sin muchos sobresaltos. Una mañana de abril del 76, mientras desayunaba en su casa lo llamó una compañera de su mujer para decirle que Ana había sido asesinada en una redada policial. Jazz no la había acompañado esa mañana porque quería terminar un cuadro. A partir de ese momento la desesperanza y la apatía llenaron el corazón de Jazz, volvió a su pueblo sin terminar sus estudios y pasó por una oscura etapa depresiva que duró varios años. Se aisló de todo, de sus amigos, de su familia y de lo que antes le interesaba. Nunca más tuvo una pareja estable. A los 35 años comenzó a donar su esperma y lo siguió haciendo ininterrumpidamente toda su vida. A los cuarenta se fue a vivir al desierto donde fundó una prospera empresa de lluvias que lo hizo millonario. Por una amiga que trabajaba en el banco de semen se enteró que había tenido mas de 200 hijos e hijas. Nunca quiso saber quienes eran pero ahora a sus sesenta años una de sus hijas se comunicó para conocerlo.

Sueños

El sueño del fin del mundo, en una plaza de verano una nena corta una flor y el mundo explota, llegué a soñar pedirle a Dios no tener mas esa pesadilla. Tuve que esperar un buen rato antes de que me atendiera, los dos sentados en unos sillones muy grandes, él estaba de espaldas. A regañadientes me concedió el deseo y nunca más lo volví a soñar.
Los sueños en que puedo volar, en ellos sólo hay que proponérselo, siempre es de noche en una esquina del barrio, comienzo a sentirme liviano, a flotar en el aire y luego simplemente a volar.
Los sueños malos, terribles, en donde hacemos cosas horribles a quienes más queremos.
El sueño paranormal, me despierto y no me puedo mover por minutos mientras sale una luz del armario.
Los sueños que se mezclan con los sueños de los demás, intersueños.
Los sueños que se olvidan al despertar.
Los sueños despierto.

sábado, 25 de enero de 2014

Escenas

La tarde de la caída en bicicleta, el salto desde lo alto de la subida de ripio. La caja que se movía sola en mi habitación a oscuras. Saltando en paracaídas desde una avioneta, contando un elefante dos elefantes tres elefantes, escuchando el silencio y estrellándome en los arbustos con espinas. La luz de la ventana de mi habitación en la casa interminable, donde voló el tubo de ensayo. En el árbol de cerezas, subido bien alto, mirando el sol entre las ramas de verano. Los cuarenta días y cuarenta noches en que tuve hepatitis, escondiéndome del doctor debajo de la cama, abriendo cada noche un nuevo regalo, un avioncito, un coche o un caramelito. Caminando desnudo por la calle para una escena de un cortometraje, a las seis de la mañana mientras salía el sol. Caminando intoxicado en una cornisa, con la camisa al aire y la mente occisa. En el tren hacia una marcha, en el tren al mar, en el tren al sur con baguyo. En la tele cuando nos entrevistaron por el ovni que vi de niño en un campamento. Bailando lentos en un asalto, tetas vasos y besos. Viendo a mi padre en la tele dando un discurso, en blanco y negro por circuito cerrado. Escondiéndome en el armario durante las horas de matemática y biología. Buscando un trébol de cuatro hojas en una cancha de fútbol.

jueves, 23 de enero de 2014

Time

Lo que más se parece a percibir la realidad es darte cuenta del paso del tiempo. Ya tengo nietos, ahora soy un viejo.
Quiero contarles algunos de los momentos que viví, muchos ya he olvidado sin embargo tengo una historia para cada linda palabra, lluvia, baldío y bicicleta, pelea, fiesta y compromiso. Absolutas creaciones de mi recóndito mundo interior. Las comparto para que no se pierdan en mi mismo.
También me pregunto en que mundo he vivido y cuanto de real hubo en todo esto. ¿Es la realidad un invento que no sirve para nada como la palabra todo o la palabra nada? La realidad si existe es por que la creamos, aparece entonces en nuestros sueños, en el espejo cada día o en un viaje hacia las fronteras de la percepción.
En fin, un anecdotario de apariencias transparentes, importantes para la constitución de mi subjetividad y que revelo por vuestra ansia vouyerista, característica de la época que comparto.
Mi nombre es Jazz Vudú y soy donador de esperma.